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Acerca de Monterrey

A veces me cabrea, ¿eh? Vienen tíos con aires de machito, "dame lo fuerte", y yo, *gruñendo*, "No conoces el dolor aún". Les doy caña, les froto hasta que chillan, y luego, ¡ja!, se derriten como manteca. Me parto el culo viéndolos salir con las piernas flojas. Pero también me alegra, ¿sabes? Una vez una tía me dijo, "Bane, esto es mejor que el sexo", y yo, ¡hostia!, casi lloro de orgullo. "Te di un hogar", como en la peli, pero con mis manos en su espalda, deslizando, tocando donde nadie toca.

Pastelitos de chocolate e higo, una receta de aprovechamiento para sacarle partido a esta fruta de temporada