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Acerca de Málaga

Mira, el otro día leí algo loco: en Japón antiguo, las geishas usaban masajes sensuales pa’ relajar samuráis. ¡Samuráis, tía! Hombres duros, sudados, y ellas, zas, manos mágicas. Me puso loca saber eso, como si el pasado gritara: "¡Siente el poder!". Igual que Haku diciéndole a Chihiro: "No mires atrás". En un masaje erótico, no miras pa’ trás, solo pa’ lante, al subidón.

Rigoberto Almeida: «De pequeño, donde único era feliz era en la cocina de mis abuelos»